miércoles, 2 de septiembre de 2015

LA GRAN "UTILIDAD" DE LA OEA...

Asamblea General 35 de la OEA.
Decía en estos días el dictador venezolano Nicolás Maduro que a la OEA no la quiere nadie. ¿Cómo va a ser verdad una frase de tan despreciable personaje? ¡Tiene que estar "equivocado"! ¡La "verdad" únicamente la dice gente inteligente y agradable! Para refutar la frase de Maduro (aunque estaría "refutada" por quien la dice) vamos a mostrar la inmensa utilidad de la OEA.

En los inicios de la juventud hay un idealismo que raya con la ingenuidad. Todos los recién egresados de colegio vibran por cambiar el mundo. Saben más de la profesión que piensan estudiar los que ya la estudiaron. Una época hermosa con unas ansias de cambiar el mundo más fuertes que las de Putin y las de Obama... Y es aquí donde viene la OEA. Con el ánimo de implantar "valores democráticos" se crean simulaciones de la OEA. Los jóvenes por un instante juegan a cambiar el mundo. Los hombres de corbata y las niñas de sastre. Una elegancia que eleva su "espíritu" a la categoría de aquellos representantes del continente... Sin la OEA ¿A qué jugarían nuestros jóvenes?


Maduro diría que podrían jugan a un modelo de la "Asamblea Nacional". Más de uno elegiría ser Diosdado Cabello sin lugar a dudas. Pero la Asamblea Nacional Bolivariana es muy aburrida. La mayoría tendrían que gritar que están "rodilla en tierra" con el comandante eterno. La minoría básicamente tendría que gritar que "no existen garantías para la oposición". Lo único es que podría armarse un "bochinche" y liberar aquellas bajas pasiones... Tal vez esa sea una simulación un poco más auténtica del costoso circo de la política. Pero ¿Acaso eso eleva su noble y digno espíritu de nuestra juventud? 


La diplomacia es el arte, que requiere enorme valentía, de sonreirle a quien en condiciones normales querrías pegarle un puño. No es hipocresía, para nada, por el contrario se requiere una gran valentía para sonreírle a alguien que detestas. Esto es incomprensible por algunas personas sobre todo en Antioquia y la Costa Colombiana.  Sin embargo, en su mayoría la gente en Colombia es "diplomática". En todo caso, más vale una sonrisa falsa que una guerra auténtica...


Uno de los grandes beneficios conseguidos por la diplomacia es el de la "inmunidad diplomática". Más allá de entrar a analizar tan "valiosa" institución en sus debidas "excepciones" es claro que esto representa un beneficio. La inmunidad diplomática no solamente se presenta para "misiones diplomáticas" ante países, sino para aquellas ante instituciones como la OEA o la ONU.


En un mundo donde priman principios como "la libertad de circulación" o la no-discriminación por razones de nacionalidad (leáse pasaporte) ¿Cómo se sacarían beneficios adicionales para personas "iguales ante la ley"? ¡Con la inmunidad diplomática! Se trata de una discriminación positiva en razón del pasaporte, de uno especial claro está. Siendo todos iguales ante la ley ¿cómo podríamos encontrar una forma para que a alguien le dijeran "Su Excelencia"? Eso sin contar que eso facilita el tránsito en aeropuertos demorado por medidas proteccionistas (que surgen "precisamente" como formas para facilitar la libertad de circulación y la no-discriminación) como las visas o las aduanas. Sin tantas instituciones internacionales ¿Cómo haría el político para incluir en la lista de su gigantesco número de "amigos" de los beneficios del poder? Ese carrusel de roscas, beneficios y adulación requiere privilegios especiales...


Hay un tercer beneficio que presenta la OEA. Se trata de una Organización que no escatima en realizar toda serie de eventos, cocteles, tratos especiales, etc. Se trata de la socialización del más alto nivel. En estos eventos como "foro para la erradicación del hambre" se invita a "líderes comprometidos" a "discutirlo" en hoteles del más alto nivel. Se trata de eventos que sus asistentes no solamente no pasen hambre, sino que coman esquisitos manjares. Manjares que los motiven a una "reflexión profunda" para sacar una resolución, declaración, etc., donde se diga que se quiere acabar con el hambre. ¿Cómo conseguiríamos aquellas "valiosísimas" declaraciones que se dan en eventos del más alto nivel?


Eso sin contar con que, los organismos internacionales son buenos empleadores. ¿Qué pasaría con empleos como los del Secretario General, despachos, asistentes, adjuntos? No se puede negar que, en un mundo lleno de problemas económicos, se requiere resolver los problemas de empleo. Es "vital" para nuestra economía que haya personas encargadas de manejar varios tipos de sellos y la logística que ello implica. Más aún, por su directa relación con emitir otras de declaraciones acerca de la importancia de acabar con el hambre. Situación que llevará a otras declaraciones sobre tan importante problema... Eso sin contar que las facultades de relaciones internacionales perderían inmensas "ventajas" para el mercadeo de sus programas. ¿Dónde van a trabajar sus egresados? En esta economía global hay que "garantizarles" un empleo...


Es así como Nicolás Maduro está equivocado. No solamente por ser él quien lo dice, sino por la importancia de la institución que se trata. Sin ella ¿Qué remedarían los jóvenes para cambiar el mundo? ¡Se perderían empleos, se desperdiciarían inmunidades diplomáticas (que podría darle a sus "amigos")! Sin la OEA y las instituciones internacionales ¿cómo podríamos tener un circo donde los payasos cumplan al pie de la letra el protocolo y la etiqueta? Sin ellos no tendríamos quien lograra darnos pan... bueno declaraciones que harán que este aparezca mágicamente...

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