EL ALISPRUZ: DE LAS DIFERENTES FORMAS DE CONOCER. (Primera parte)
3. DE LAS MEDIOS DEL CONOCIMIENTO.
Entendiendo lo que es la realidad, y nuestra percepción hacia ella derivada de una constante antropológica propia del ser humano que consiste en esa constante vida entre dos caminos, cabe resaltar que de ella se derivan unas formas de aproximarse a la realidad. En otras palabras todo conocimiento presente en cada persona puede tener su origen en cuatro medios para adquirirlos.
Dichos cuatro medios de conocer la realidad tienen diversos grados de perfección dependiendo, al mismo tiempo, de la posibilidad que nos hacen contemplar y unirnos al ser, y paradójicamente de la misma forma pero desde una óptica diferente dependiendo del nivel de miopía de aproximación a la realidad. Así el primer grado de conocimiento será la razón, el segundo arte/sentimiento/corazón, el tercer grado es la intuición y el cuarto grado es la fe/revelación. Los primeros grados del conocimiento son naturales, es decir, posibles en el hombre sin la ayuda de algo fuera de sus capacidades; sin necesidad de algo que le muestre la realidad como es. El cuarto grado es todo lo contrario, es la ayuda del ser supremo para ver aquella realidad de la cual, por nuestra condición discordante, no podemos conocer. Si la condición humana no fuese entre el camino del ser y el no-ser esta clasificación no tendría sentido porque si pudiéramos ver el ser puro la imagen sería directa y no se requeriría ninguno de estos pasos, simplemente seríamos y veríamos lo que somos. Y si se diera la presencia total del no-ser no se vería nada, porque estaríamos en la nada y ésta simplemente nada es… quizás no se entienda esto pero la nada no es más que oscuridad, negro, ausencia, cero, contrario no sé si se entienda quizás ni yo lo entienda, pero quizás se pique hacia el ser[i].
Estas formas de conocer, no nos permiten conocer directamente, sino que, son simplemente posibilidades de picaduras (este concepto será esencial de ahora en adelante) para que cada ser-humano descubra por sí mismo aquello que es su ser y su relación con los demás seres. Y tampoco creo que el conocimiento sea como esa linda teoría aprehensión del sujeto que conoce al objeto conocido (y blablabla…) sino más bien una realización del ser que somos en tanto somos picados. El conocimiento no es carreta clasificadora teórica, no son ejercicios de enredar la vida de quienes se preocupan por teorizar por el, sino que es la vida buena, bella y verdadera de lo que somos.
[ii]El párrafo anterior puede plantear el siguiente problema si somos inteligencia y voluntad, y el conocimiento se ha visto referido a la inteligencia[iii] ¿por qué sostengo que es realización del ser? El conocimiento creería que implica, en general 2 pasos visión (contemplación) y realización (vivencia). La visión significa que la imagen de lo conocido se refleja en una especie de espejo interior. Es como si la imagen fuera proyectada en nuestro cine interior. Por su parte la realización será el proceso contrario, nuestro ser refleja la condición hacia afuera, nosotros nos volvemos el proyector. Ahora bien, si aquello que en nuestro espejo exterior no lo reflejamos significa que la inteligencia lo ha visto, pero al no ser reflejado externamente puede o no haber habido voluntad de proyectarlo, o simplemente es imposible hacerlo porque es un error. Lo mismo una proyección de algo que no hemos visto internamente, tampoco es conocimiento, porque en dicha decisión no habrían jugado la inteligencia y la voluntad.
¿Por qué alguien que ha visto algo en su esfera interna no lo conoce si no lo proyecta en su esfera externa? Coloquialmente sería como decir que conozco a una persona porque la he visto en fotos… Igualmente una imagen interna no significa conocimiento de una cosa, porque no la hemos vivido proyectando su ser. Afirmar que para conocer una cosa basta con decir el “grefo” es la mejor comida del mundo, sabe a menta, pero ¿cómo puedo decirlo si me lo acabo de inventar? Es lo mismo cuando encontramos profesores o estudiantes de derecho que dicen que lo saben mientras sobornan, cometen delitos, compran jueces…
En palabras más complejas no puede conocerse aquello con lo que no ha habido unión, comunión, comunidad. Podemos imaginarnos una comida por las descripciones, hasta quizás tengamos físicos, pero solamente cuando nos hemos unido con ella sabemos efectivamente en lo que consiste. Así que todo conocimiento que no se ha vivido es inexistente…
Sin embargo, cabe añadir que el conocimiento es limitado a nuestro ser. Hay una anécdota de San Agustín que se me viene a la cabeza al respecto de este punto:
Caminaba este magnífico ser por la playa pensando en el misterio de la Santísima trinidad, tratando obsesivamente de comprender su condición:- “¿tres en uno?, ¿cómo así?”. Un niño lo libera de su turbación y lo ve haciendo un huequito en la arena y llevando el agua de mar al hueco. Al verlo San Agustín se detiene y pregunta “¿qué haces?”, el niño le contesta “estoy haciendo un huequito para meter aquí toda el agua del mar”. Ante semejante afirmación Agustín de Hipona se detiene y le dice “¡eso es imposible!” a lo que el niño sabiamente le contesta, “es más fácil que yo meta aquí toda el agua del mar a que tu entiendas el misterio de la Santísima Trinidad.”-
4. FIN DEL CONOCIMIENTO Y LA EDUCACIÓN.
Vivir lo que somos, eso es conocer… Las caminos o medios del conocimiento no son más que picaduras, que pueden ser rechazadas, en aras de buscar conocer… como veíamos previamente el fin del conocimiento no es más que la unión del ser individual (vocación) con los otros seres para vivir ese llamado a la unidad con los demás. Quien conoce (sujeto) verdaderamente el ser de una cosa, por su relación con ella la ama al proyectarla externa e internamente en su ser y al amarla sujeto y objeto se unen para siempre en el amor, haciendo que el objeto viva en el sujeto. ¡No se puede conocer sin amar! Y si alguien afirma lo contrario quizás sea un sabio pero probablemente se tratará de aquel que no vive lo que sabe no es más que un hombre, como un gran porcentaje de doctores con cartones, que predican lo que no son, de moralistas que nada saben…
Le solicito al lector que no sea absolutamente rigorista con el lenguaje en este punto, infinitas cuestiones se pueden derivar de él, solamente quiero que valore, si es que existe, aquella minúscula parte de la realidad que intenta describir este pobre ignorante. El exceso de rigor es lo que hace que los filósofos, esa gente admirable, pierda mucho tiempo en cuestiones que sean derivadas de la imposibilidad del lenguaje para describir la realidad, o en críticas destructivas por describir pequeños pedazos de la realidad ¿Quién conoce más que una minúscula parte de la realidad? ¿Quién puede gloriarse de saber algún pedazo si el mayor filósofo dijo que lo único que sabía era que no sabía nada? ¿Quién puede gloriarse de haber escrito toda la verdad si Tomás de Aquino supo lo poco que había logrado ahondar?
4.1 LA PIQUIÑA.
Picar, revolcar, empujar, forzar, métodos antiquísimos para intentar parir, no para impartir doctrina sino para que el hombre contemple el ser por sí mismo. Sin embargo, el conocimiento solamente vendrá cuando de la unión amorosa del sujeto con el objeto una decisión libre del denominado sujeto cognoscente. Por eso la labor de un profesor universitario no debe ser la de repetir lo repetido eternamente sin que el sujeto conozca la realidad por él. Quizás, con esa conducta si acaso lo que se está haciendo es una proyección de la imagen interna. Por el contrario la función de un profesor debe ser la de simplemente picar para que sus estudiantes se habitúen a buscar la verdad por ellos mismos[iv]. Pero desgraciadamente los profetontos solamente pretenden que el tonto que se sienta en unos pupitres vea como se memoriza, por ósmosis, la “doctrina” de la más propia “revelación” científica. Y la verdad la mayoría se masifica hacia esa forma de “conocer”…
Solamente puedo afirmar que en la universidad he tenido tres personajes que me han picado, pero por su humildad o “pudor” ellos sabrán quienes son, pero me considero un privilegiado porque pocas personas tienen el don de picarlo a uno para que dolorosa pero felizmente contemple su ser y si es capaz de amar, lo conozca pretendiendo su realización plena.
Ya entiendo por qué a muchos nos duelen los “profesores”, nos incomodan esos personajes, porque ninguno la pica sino que le ordena, porque ninguno la hace contemplar sino que le dicta. Esa autosuficiencia del “maestro” que cree y genera que los estudiantes sean una partida de burros masificados dentro del sistema[v]. Qué ironía, qué dolor, pero esa es la triste realidad…
La piquiña es la posibilidad del conocimiento, es el único acto de amor que puede hacer un maestro con su alumno es darle herramientas para que sus cosas lo piquen. Y para ello vuelvo a las formas de conocer. Un maestro puede picar con razones, con arte (así algunos consideren que la literatura no deba mezclarse con la ciencia… pero quizás se equivocan porque es una forma interesantísima de comprender), con cuestiones que lo lleven por sí mismo a intuiciones que lo lleven a contemplaciones (de pronto hasta me equivoqué en la forma de clasificarlo, pero la teoría solamente sirve para organizar un poco las ideas picadoras). Uno también puede picarse a sí mismo, no me pregunten por qué funciona la piquiña pero eso no sé pero funciona hasta lo más de bien. Quizás funciona porque nos hace recordar aquel ser que somos, y aquel no ser que también somos (No entiendo lo que acabo de decir pero quizás pique a alguien)[vi].
Los caminos o formas del conocimiento son los que de alguna manera nos llevarán a la piquiña de la autenticidad llevándonos a conocer. Por eso, el maestro deberá picar con argumentos, o deleitar con obras de arte o quizás callarse para que con su autoridad moral intuyan lo que es. Solamente en caso de la enseñanza de fe y revelación se puede permitir un dictado y memorización, pero en lo demás, eso sería un asesinato a la posibilidad de contemplar y conocer el ser.
Profesores esos dizque hombres sacrificados al servicio de la tradición, que tal ese asesinato hacerle repetir a los niños que la civilización empezó dizque en una época que un “historiador” se dio el lujo de iniciar. Ese es el homicidio a la verdad… profesores que hacen repetir de memoria las mentiras de la historia, profesores que hacen repetir de memoria los intereses del estado, profesores que hacen repetir de memoria deberes infundados…
[i] Esta es una de las discusiones metafísicas más complejas, si el no-ser no existe ¿por qué se menciona? Este problema implica saber si el no-ser es el contrario del ser o por su parte es ausencia de ser. Desde el contrario, se afirma que el no-ser “sería” aquello que no es, pero en esa definición hay una contradicción pues, se le está dando entidad a aquello que no es. Por otra parte, si se habla de ausencia de ser la conclusión es falaz pues se afirma que lo que no es, es donde no hay ser (el verbo haber sale sin haber sido llamado).
[ii] Imagen tomada de http://graficos.uji.es/grafica/NuevasPracticas/Practica4/Figuras/proyeccionPerspectiva.gif 25/07/2009 01:09 p.m.
[iii] “La palabra inteligencia es de origen latino, intelligentĭa, que proviene de inteligere, término compuesto de intus "entre" y legere "escoger", por lo que, etimológicamente, inteligente es quien sabe escoger. La inteligencia permite elegir las mejores opciones para resolver una cuestión.”. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Inteligencia 24/07/2009 21:29.
[iv] Esta tesis educativa es reconocida por el genial profesor José Alpiniano García Muñoz cuando sostiene: “Visto que el cuerpo, la inteligencia y la voluntad son potencias que al realizarse, perfeccionan al ser humano, esto es lo van haciendo "más persona", y que educar es desarrollar las potencias de la persona humana, el fin de la educación tiene que consistir en que la persona se habitúe, esto es permanentemente esté desarrollando tales potencias. Tales hábitos o actos permanentes de perfeccionamiento personal se denominan virtudes humanas.” GARCÍA-MUÑOZ, José Alpiniano. “LA METODOLOGIA DEL CASO EN EL PREGRADO DE DERECHO”. Documento enviado como parte del programa de las asignaturas Contratos II y Títulos-Valores del Programa de Derecho de la Universidad de la Sabana. Pág. 4.
[v] Entiéndase por sistema el conjunto de valores mayoritariamente aceptados dentro de una comunidad, que mediante coacción generan que las personas actúen de una forma determinada.
[vi] Esta idea es coherente en la medida en que sostengo que la condición humana es irónica, “somos lo que no somos”, circunstancia que implica una negación aparente del primer principio de la filosofía, el principio de no contradicción “una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo.”. Esa condición se deriva porque el hombre tiene una naturaleza para desarrollar y una concupiscencia que lo lleva a no hacerlo, por tal motivo, la condición humana es irónica. Véase al respecto las citas de Kierkegaard y Fernando González.
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