Para nosotros que vivimos en el trópico, pareciese que el sol siempre saliera y se pusiera a la misma hora. Pero basta con poner atención en el año y uno se da cuenta que en esta época hay luz casi hasta las 7 pm y a mediados de octubre a las 6 pm ya está de noche. Esta circunstancia me sorprendió mucho, sobre todo porque en los 6 meses que estuve de práctica inicialmente salía al trabajo de noche y cuando volvía ya estaba oscureciendo. Unos meses después me quedaba hasta más tarde esperando a que mi papá me recogiera y había luz.... ese simple hecho confundió mi ubicación horaria con base en la luz.
Aunque acá en Medellín la duración del día (diferente a la hora en que se pone el sol que tiene que ver con otros factores) la variación es de aproximadamente una hora... que pocos se dan cuenta, en los países de latitudes elevadas la diferencia es prácticamente de 24 horas. O el sol ni sale o no se pone. Esa latitud es de alrededor de 66°33''. En algunos casos puede darse el fenómeno un grado por debajo.
Más que ponerme a dar la explicación de las razones del fenómeno, algo que ya hice en otro post, quiero comentar quizás lo que podría sentir. Lo primero que sentiría sería una confusión la berraca, ¿cómo así que no se pone el sol? ¿toda la noche como si fueran las 6 de la tarde? Son las preguntas que se haría mi cuerpo. Creo que el sueño se descuadraría...
Lo segundo es que sería un momento bastante poético. Al fin y al cabo ¿para qué soñar si tenemos un sol de un mundo mágico? Sería un momento poético, como el final del libro "El Mundo de Sofía". Mirar la inmensidad del cosmos, sentir ese sol que poco valoramos pero que siempre está ahí.
¿No sería hermoso sentir ese momento junto a la mujer amada? Al fin y al cabo es un día... sin noche...
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